Transformando la Autoconciencia en Autogestión

¡Hola! Soy Fer y estoy súper emocionada de volver a compartir contigo algunos tips y reflexiones que, seguro, te servirán muchísimo para apoyar a tus hijos en esta maravillosa etapa de decisiones importantes y retos emocionantes.

La juventud (de 18 a 25 años aproximadamente) es una etapa llena de grandes decisiones: elegir una carrera, mudarse de ciudad, conseguir su primer trabajo o incluso independizarse económicamente. Cada una de estas decisiones no solo requiere pensar claramente, también necesita mucha calma emocional para no actuar por impulso o quedarse paralizados por el miedo.

La autogestión emocional es mucho más que el típico “cuenta hasta diez” cuando te enojas (aunque créeme, ¡eso también ayuda!). Se trata de aprender a detectar nuestras emociones cuando apenas comienzan, entender qué las provoca y actuar de manera consciente para lograr nuestros objetivos, evitando que sean las emociones las que decidan por nosotros.

Aquí te comparto algunas estrategias que puedes enseñar y practicar junto a tus hijos para mejorar esa habilidad:

  1. Respira Consciente: Cuando las emociones están a tope, respirar lento y profundo ayuda muchísimo a recuperar la claridad mental. ¡Inténtalo ahora mismo y verás cómo baja la tensión!
  2. Balance entre Razón y Emoción: Si tus hijos están indecisos (por ejemplo, sobre qué carrera elegir), anímalos a escribir dos listas: una con razones racionales (pros y contras objetivos) y otra con razones emocionales (ilusiones, miedos, sueños). Esto facilita enormemente la toma de decisiones.
  3. Comparte tus Proyectos: Cuando compartimos nuestros objetivos con amigos o mentores, ganamos motivación y responsabilidad. Esto disminuye las posibilidades de procrastinar y nos impulsa hacia adelante.
  4. Tómate un Tiempo Antes de Decidir: Nunca tomes decisiones importantes estando muy feliz o muy molesto. Dormir sobre el problema, salir a caminar o pedir una opinión neutral puede evitar que actuemos por impulso.
  5. Mejora tu Diálogo Interno: Cambia palabras como “nunca” o “siempre” por expresiones más específicas como “en esta ocasión”. Esto te ayudará a reducir la ansiedad y mantener una perspectiva más positiva.
  6. Visualiza tu Éxito: Imaginar cómo enfrentarás situaciones difíciles y pensar en las recompensas de alcanzar una meta aumenta tu motivación y te ayuda a mantener la calma bajo presión.
  7. Descansa y Cuida tu Sueño: Un buen descanso y pausas mentales diarias como meditar o hacer ejercicio mejoran muchísimo la capacidad de gestionar emociones difíciles.
  8. Busca Opiniones Neutrales: Platicar con alguien que no esté emocionalmente involucrado puede darte una perspectiva fresca, especialmente cuando te sientes confundido o bloqueado.
  9. Acepta los Cambios: Reconocer que el cambio es algo inevitable hace que nos adaptemos mejor a situaciones nuevas, lo cual es súper valioso en la vida adulta.

Recuerda, la autogestión es como un músculo: entre más la practicas, más fuerte se vuelve. Como papás, nuestro trabajo es crear un ambiente seguro donde nuestros hijos puedan tomar decisiones serenamente, aprender de sus errores y crecer personal y profesionalmente sin miedo.

Ahora, ¡un pequeño consejo práctico para ti!

Consejo práctico: La próxima vez que te sientas estresado o frustrado, haz una pausa breve y consciente: respira profundo tres veces y elige hacer algo que te haga sentir bien: puede ser salir a caminar un ratito, ve a hacer ejercicio si eso es lo que te gusta, sal a jugar con tu mascota, tómate un café, un té o algo que te guste y que te haga sentir bien. Este pequeño hábito te entrenará para manejar tus emociones y no dejar que ellas te controlen.

Preguntas para reflexionar:

  • ¿Cómo reaccionas actualmente ante situaciones estresantes o difíciles?
  • ¿Qué podrías hacer diferente la próxima vez para mejorar tu reacción emocional?
  • ¿Cómo puedes apoyar a tu hijo o hija a practicar estas estrategias?

¡Me encantaría saber cómo te va con estos consejos! Recuerda que cada pequeño cambio cuenta, y juntos podemos seguir avanzando hacia una vida emocional más plena y consciente. ¡Nos vemos pronto en el próximo artículo!