Test - Fer Ramírez Wiella

Dinámica - Emociones que guían

Emociones que guían tus decisiones

Incluso los líderes más preparados pueden tener zonas ciegas emocionales. Esta dinámica te invita a elegir entre distintas escenas estilo “misión de élite” para revelar qué superpoder emocional te hace falta entrenar. A través de una historia intuitiva, descubrirás en qué aspectos de la inteligencia emocional necesitas trabajar: empatía, conexión, comunicación o liderazgo afectivo. Porque la mente clara es poderosa, pero cuando se conecta con la emoción, transforma.INSTRUCCIONES Eres parte de un equipo de élite con habilidades extraordinarias.
Pero incluso los más poderosos tienen zonas ciegas...
Lee con atención. Visualiza la escena.

Elige la que más se parece a ti y descubre tu misión emocional.

Es de noche. Estás en la torre central del cuartel. El holograma con los planos de la misión sigue incompleto. Otra vez. El mismo integrante del equipo, ese que siempre tiene excusas, no entregó su parte. Tú revisas tu reloj, cierras la mandíbula y piensas: “Esto no es personal. Pero si no cumple, lo saco del equipo y punto.” Tu mirada va directo al objetivo. Tu paciencia, no tanto.

Están todos reunidos. El enemigo se mueve rápido. El tiempo apremia. Alguien propone una solución improvisada, sin lógica, y para tu sorpresa… el resto del equipo la celebra. Aplauden. Se emocionan. Tú te quedas quieto. No entiendes qué está pasando. “¿En serio nadie ve que eso no va a funcionar? ¿Lo digo o mejor dejo que se estrelle?” Tu mente está clara. Pero tu conexión con el grupo… no tanto.

Después del entrenamiento, el equipo se dispersa. Notas a uno de tus compañeros sentado solo, cabizbajo, revisando algo en su comunicador. No ha hablado en todo el día. No es su estilo. Tú lo ves desde lejos y piensas: “Algo trae… pero yo no soy bueno con esas cosas. ¿Y si meto la pata?” Tu instinto nota el bajón. Tu voz se queda dentro.

Estás de regreso en la sala de mando. Todo salió bien. Hasta que alguien se te acerca y dice: "Oye, no es lo que dices… es cómo lo dices. A veces suenas… frío.” Tú no lo entiendes. ¿Frío? “Solo estaba siendo claro. No tengo tiempo para disfrazar las palabras.” Tu mensaje llega. Pero a veces duele más de lo que debería.

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